DE 6º A 1º DE LA ESO
Cuando los niños cumplen los 12 años, llega un momento que a los padres les genera inseguridad, y es el cambio de Educación Primaria a Secundaria. Para las familias que optaron por un colegio que ofrezca ambas etapas juntas esa transición se hace más llevadera, pese al miedo a que compartan patio con adolescentes de 16 años, o a veces de 18. Para aquellas cuyos hijos deben cambiar a un instituto es posible que sientan una ansiedad que hay que aprender a gestionar.
Lo primero es valorar el momento en el que se encuentra tu hijo. Según Piaget (sí, el psicólogo) el niño entra a los 12 años en la etapa de las operaciones formales, lo que implica que su pensamiento se hace más abstracto y crítico, cambian su comprensión del mundo y la idea de causa y efecto se hace más vital. Elaboran sus hipótesis y las ponen a prueba. Por ello si es crítico con las cosas o necesita comprobar que realmente sucederá lo que le has dicho, no es porque te quiera llevar la contraria sino porque psicológicamente para él es una necesidad.
A estos cambios mentales se suma una maduración sexual con cambios físicos que los padres debemos saber gestionar y una maduración identitaria en la que necesita encajar dentro de un grupo. Por supuesto, todo esto genera miedo en las familias, como las influencias mediáticas y sociales, y las nuevas tecnologías.
Cuando los niños cumplen los 12 años, llega un momento que a los padres les genera inseguridad, y es el cambio de Educación Primaria a Secundaria. Para las familias que optaron por un colegio que ofrezca ambas etapas juntas esa transición se hace más llevadera, pese al miedo a que compartan patio con adolescentes de 16 años, o a veces de 18. Para aquellas cuyos hijos deben cambiar a un instituto es posible que sientan una ansiedad que hay que aprender a gestionar.
Lo primero es valorar el momento en el que se encuentra tu hijo. Según Piaget (sí, el psicólogo) el niño entra a los 12 años en la etapa de las operaciones formales, lo que implica que su pensamiento se hace más abstracto y crítico, cambian su comprensión del mundo y la idea de causa y efecto se hace más vital. Elaboran sus hipótesis y las ponen a prueba. Por ello si es crítico con las cosas o necesita comprobar que realmente sucederá lo que le has dicho, no es porque te quiera llevar la contraria sino porque psicológicamente para él es una necesidad.
A estos cambios mentales se suma una maduración sexual con cambios físicos que los padres debemos saber gestionar y una maduración identitaria en la que necesita encajar dentro de un grupo. Por supuesto, todo esto genera miedo en las familias, como las influencias mediáticas y sociales, y las nuevas tecnologías.
CONSEJOS PARA EL CAMBIO DE PRIMARIA A SECUNDARIA
1. Ayúdale a gestionar su tiempo.
Como medida organizativa, crea horarios, establece rutinas y pautas que le ayuden a controlar el tiempo que destina a cada cosa.
En 1º de ESO te pedirá autonomía, debes concederla,
pero a la vez usar la empatía para que comprenda que confías en él, pero
que no debe fallarte intencionadamente. Si abusa de la confianza, el privilegio
de gestionar su tiempo se pierde.
Recuerda que psicológicamente el niño necesita
comprobar ese ‘estímulo – respuesta’. Déjale ser dueño de su tiempo, con
determinación.
2. Escucha, habla y, a veces, pregunta.
Su vida está cambiando y necesita sentirse que pertenece a un grupo, lo último que quiere es que su grupo primario (la familia) le rechace, pero a su vez precisa de espacio.
Es bueno hablar con los hijos, pero no interrogarlos,
sino dejar que los temas fluyan.
Si quieres saber cómo se siente, puede que la pregunta
directa sea algo “invasiva”, mejor comenta cómo te sientes tú e invítale a la
conversación.
En
vez de preguntar, ofrece tu propia respuesta a una pregunta elíptica (que
omitimos ciertas palabras).
3. Trabaja el razonamiento y el pensamiento crítico.
Ya hemos comentado que Piaget marca este aspecto como fundamental. Las cosas ya no pueden ser “porque sí” o “porque lo digo yo, que soy tu padre” sino que debemos darle razones de peso, argumentadas desde el diálogo.
De esa forma le enseñamos a justificar sus decisiones,
las cuales también aprenderán a argumentar.
4. No desconectes de sus estudios.
Generalmente, muchas familias se implican menos a medida que crecen los hijos, y es un error.
4. No desconectes de sus estudios.
Generalmente, muchas familias se implican menos a medida que crecen los hijos, y es un error.
Sus asignaturas aumentan de dificultad, y eso genera a
veces inseguridad. El niño necesita que le acompañes y que le apoyes
en sus fracasos si realmente se ha esforzado.
De igual manera, hay que argumentarle los motivos de
sus errores y flaquezas, porque a nivel académico también le ayudarán.
5. Observa en la distancia.
A partir de los 12 años demandan su espacio y quieren que no controlemos sus amistades.
5. Observa en la distancia.
A partir de los 12 años demandan su espacio y quieren que no controlemos sus amistades.
Desde el diálogo, es positivo que les dejemos esa
“correa” más suelta, pero haciéndoles partícipes del voto de confianza que
damos, no se trata de soltarlos y mirar hacia otro lado. Debemos dejarles,
pero a la vez estar pendientes, observando desde la distancia, para analizar
posibles señales de alarma (alteraciones en los horarios de sueño, tendencias a
aislarse,
cambios de humor sin sentido o conductas muy
diferentes a las que tenía hace poco tiempo).
Antes de acusar, debemos charlar con nuestro hijo, no
interrogarle, sino hablar, por ejemplo, de cómo nos sentíamos nosotros a su
edad, cómo nos ayudaron nuestros padres, y cómo nos habría gustado que nos
ayudasen, para luego preguntarle qué podemos hacer por él.
6. Gestiona la paga.
En la preadolescencia llega el momento de que aprenda a administrar una pequeña cantidad de dinero.
6. Gestiona la paga.
En la preadolescencia llega el momento de que aprenda a administrar una pequeña cantidad de dinero.
Es importante no darle mucho, sino el básico para
aquellas cosas que consideremos, es decir, para el transporte público, almuerzo
o lo esencial.
De esa forma, evitaremos que pueda utilizarlo para
comprar tabaco, por ejemplo, lo cual es algo que algún día probará.
7. Tabaco, alcohol y otras sustancias.
Es posible que un día llegue oliendo a tabaco y siempre será porque “sus amigos fuman y él/ella, no”.
7. Tabaco, alcohol y otras sustancias.
Es posible que un día llegue oliendo a tabaco y siempre será porque “sus amigos fuman y él/ella, no”.
Nuevamente, debemos evitar la acusación
indiscriminada y buscar la confianza y empatía. Piensa que estará averiguando
la forma de ser aceptado en su grupo, y el tabaco le hace “ser mayor”.
Es bueno contarle nuestra experiencia durante la
juventud, o lo desagradable que fue el primer beso a una persona fumadora, por
ejemplo.
Una buena alternativa ante estos hábitos es el
ejercicio físico.
8. Deporte, deporte y más deporte.
Es una forma de promover una vida saludable, pues generará su sentido de pertenencia a un grupo y le ayudará a comprender valores como el esfuerzo, el sacrificio y la superación.
8. Deporte, deporte y más deporte.
Es una forma de promover una vida saludable, pues generará su sentido de pertenencia a un grupo y le ayudará a comprender valores como el esfuerzo, el sacrificio y la superación.
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Cada adolescente es de una manera, pero todos necesitan que su familia les acompañe en esa metamorfosis que supone pasar de una etapa a otra, tanto personal como académica, y que en este caso van de la mano una y otra. Pero como padres, siempre podéis acudir a los servicios psicológicos del instituto para buscar respuestas, y especialmente soluciones.
Cada adolescente es de una manera, pero todos necesitan que su familia les acompañe en esa metamorfosis que supone pasar de una etapa a otra, tanto personal como académica, y que en este caso van de la mano una y otra. Pero como padres, siempre podéis acudir a los servicios psicológicos del instituto para buscar respuestas, y especialmente soluciones.
Lo más importante es sembrar confianza, respeto y
empatía antes de llegar a la pubertad y, una vez en ella, hacer uso del
diálogo y tomar nuestro propio ejemplo para ofrecérselo como punto desde
el que partir hacia adelante juntos.
Francesc Vicent Nogales: “Sapos y Princesas”
Francesc Vicent Nogales: “Sapos y Princesas”
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